Hace tiempo que no se escuchan las campanadas de la catedral ubicada frente a la Plaza Rivadavia.
Andrés Romero, es ingeniero y restaurador, explicó: “tuvimos que detener a pedido de ingeniería de la catedral porque se desprendieron ornamentos. Para evitar otros desprendimientos debido a las vibraciones de la campana, preventivamente se hizo pedido de que detengamos la sonería”.
Con respecto a vecinos del sector, mencionó que suelen consultar sobre la situación. “Muchos la extrañan y preguntan qué está pasando”, y aclaró que agradece la difusión para dar a conocer lo que sucede aunque no tiene fechas precisas sobre cuándo se pondrá en marcha la obra de mantenimiento.
Consultado sobre la necesidad de cuidar los edificios históricos “hoy tenemos prácticamente la ciudad vallada, son todos edificios muy viejos”.