Hernán Olivares es uno de los trabajadores que logró salvar su vida tras el derrumbe que se produjo en la zanja de calle Soler en la que trabajaban. En ese fatídico accidente perdió la vida Gabriel Burgos Melo. Otros de los trabajadores también fueron hospitalizados con lesiones de diversa índole.
La investigación determinó irregularidades por parte de la empresa MAPSA en cuanto a medidas de seguridad. Hoy llegan a juicio tres imputados.
“Estábamos trabajando cuando se nos vino todo encima, estábamos haciendo un trabajo manual, empalmando los caños”, dijo Olivares al referirse al preciso momento en el que inició la tragedia que le costaría la vida al obrero Burgos Melo.
Hernán Olivares señaló que al ver que estábamos todos aplastados nos dábamos cuenta que nos estábamos muriendo. Agregó además que “Uno con la necesidad de trabajar no podés hacer nada, no hubo medidas de seguridad. El día previo se estaban haciendo trabajos con máquinas y por arreglos del dueño de la empresa con la cochera nos hizo trabajar manualmente”.
“Yo quedé con medio cuerpo quebrado, y emocionalmente tampoco estoy bien, no pude volver a trabajar, no puedo ni pasar por Soler. De Gabriel recuerdo que quería laburar porque tenía una familia y quería un bienestar para su hija”. concluyó el trabajador que será testigo en la causa.