A 48 años del asesinato de David “Watu” Cilleruelo en la Universidad Nacional del Sur, se realizó un nuevo homenaje en el pasillo donde fue acribillado por el el personal paraestatal. Entre amigos del joven estudiante, comunidad universitaria de hoy y personas en general, estaba su hermana Raquel una vez más recibiendo el reconocimiento al joven militante del Partido Comunista.
“Nos alegra y a la vez nos entristeces estar acá, llego a este pasillo y parece que me cae un mazazo en la cabeza”, reflexionó. Al mismo tiempo, reconoció sentirse reconfortada por la cantidad de personas que acompañan estos momentos especiales.
Sobre las actividades de reparación, Raquel indicó que “fueron muchos años de injusticia e impunidad, pero con el juicio, el diploma -Honoris Causa- , uno va sanando”.
Sobre su asesinato, la hermana de “Watu” aseguró que “él vivió y murió como quiso. No quisieron dejarlo crecer ni como estudiante ni como político, pero ellos tenían el poder y la impunidad para hacer lo que hicieron”.
Por último describió a su hermano: “David era muy alegre, de hacer amigos, le gustaba la música y en la política buscaba convencer, sumar, no pelear”.