A Gastón Berrueta le diagnosticaron a sus 8 años distrofia retinal y pérdida de visión nocturna. Ahora, solo le queda el 30% de visión y debe realizar un tratamiento de forma urgente para no perder la totalidad de la misma.
El único lugar especializado y que realiza este tipo de trabajos, es en Mendoza y tiene un costo de un millón y medio de pesos.
“Se hizo estudios y el ultimo campo visual le salió mal. Me dijeron que va a perder la visión, que va a quedar ciego. Pregunté si había algún tratamiento, averigüé por cuenta mía y me dieron una luz de esperanza. Me cuesta junta el dinero, se manejan en dólares. Necesito un millón y medio. Pero también necesito hospedaje. La gente me esta ayudando pero no llego ni a la mitad”, dijo su mamá Silvia Ibarra.