El 11 de marzo Mario, de 39 años, se descompensó y entró en paro. Su pareja, asustada, llamó a emergencias. En unos momentos un móvil del Sistema de Emergencias Prehospitalario (SIEmPre) estuvo en el lugar.
Tras mucho trabajo, a través del RCP y soporte avanzado, los profesionales pudieron revertir el cuadro y en código rojo lo trasladaron al Hospital Penna.
Por casi una semana estuvo internado en terapia intensiva, pero salió adelante y de allí pasó a sala común.
La historia de Mario es un ejemplo más de que el RCP salva vidas.