Un problema recurrente de nuestra ciudad en cada verano, vuelve a estar prensente y se agrava con las altas temperaturas y la segunda sequía más importante de los últimos 60 años.
Por esto, desde la empresa de Aguas Bonaerenses definen esta situación como un ´combo de escasez y alto consumo´ y que es necesario “restringir los usos no prioritarios. Evitar
consumos recreativos del agua, el llenado de piletas con agua de red, el lavado de autos, así como postergar el riego de veredas y espacios verdes
en el transcurso del día, entre otros, disminuyen el stress de un servicio necesario para todos. De esta manera, será posible migrar hacia hábitos de
consumos acordes a instancias de hidratación y quehaceres domésticos esenciales que permitan optimizar la disponibilidad de agua a la totalidad
de los usuarios”, indica el comunicado.
“El inconveniente principal del servicio radica en el impacto que la extensa sequía produce sobre los acuíferos que resultan ser la principal
fuente de captación de agua en todas las zonas que hoy atraviesan dificultades en la prestación”.
Respecto del trabajo de la empresa ante este conflicto dicen que: “se trabaja en la adaptación de las perforaciones que permitan lograr rendimientos sostenidos en la extracción de agua. Algunas de estas acciones son el reemplazo de equipos, la profundización de las perforaciones y el recambio de las cañerías que componen las posiciones. Sin embargo, estos trabajos no resultan posibles en todos los pozos que atraviesan esta coyuntura”.