La tripulación del avión que protagonizó los vuelos clandestinos en los que se llevaron a los desaparecidos y detenidos políticos desde Neuquén a la tortura en Bahía Blanca, quedó procesada en diciembre. El juez federal Gustavo Villanueva les endilgó al copiloto y al mecánico del avión tripulado por Juan José Capella los mismos cargos que formaron parte de las imputaciones que tuvo el piloto de la aeronave.
Capella fue sentenciado el 9 de diciembre de 2021 a 12 años de prisión, acusado como partícipe secundario de las privaciones ilegales de la libertad, de los tormentos, las desapariciones forzadas y homicidios ocurridos en Bahía Blanca.
También se lo responsabilizó por las violaciones que padecieron las dos adolescentes de 15 y 16 años que trasladó en junio de 1976 al centro clandestino desde el aeropuerto Presidente Perón de Neuquén.
La condena de Capella está en apelación ante la Cámara Nacional de Casación Penal. Los procesamientos de la tripulación que fue parte de esos vuelos, en cambio, están en vías de apelación en la jurisdicción regional, en la Cámara Federal de Apelaciones de Roca.
Fueron procesados por el juzgado federal el copiloto del avión, Daniel Eduardo Gordoa, y el mecánico de la aeronave, Antonio Colombo.
A medida que se desarrolló el séptimo juicio, en 2021, Colombo (que fue citado como testigo) y Gordoa fueron considerados por la fiscalía federal como cómplices o partícipes al igual que Capella de los operativos de traslado de cautivos al centro clandestino del V Cuerpo en Bahía Blanca.
La citación de Colombo como testigo fue parte de la polémica que hubo entre el equipo de la defensa y la fiscalía federal, que reclamaba que el testigo no debía declarar porque estaba implicado tanto como el piloto. “Debe haber cerrado al puerta” en cada vuelo, ejemplificó en su momento el fiscal José Nebbia.
El debate oral del séptimo juicio duró casi un año. Cuando se desarrollaban las últimas audiencias de testimonios en el salón de Avenida Argentina 1680, el juez de instrucción Gustavo Villanueva indagó al mecánico militar que iba con Capella en los vuelos clandestinos, Antonio Colombo.
Y una semana antes de que se conociera el veredicto condenatorio, el magistrado allanó la casa de Gordoa, el copiloto militar que reside en Villa Ventana desde donde se llevó documentación vinculada a la causa.
Según trascendió en ese momento, entre otros papeles secuestrados a Gordoa, se contaría con planillas de vuelo de la base Espora de la época de la dictadura.
El procesamiento de Gordoa y Colombo, con fecha del 29 de diciembre del 2022, fue por su participación en los traslados clandestinos de las 20 personas que fueron llevadas en grupos, a Bahía Blanca en junio de 1976.
De esos traslados, nunca volvieron Cecilia Vecchi, Alicia Pifarré, Susana Mujica, Mirta Tronelli, Carlos Schedan, Jorge Asenjo, Carlos Chávez y Arlene Seguel.
Fueron subidos de noche, a los golpes, vendados y maniatados en el Twin Otter AE 106 que figuraba en el legajo de Capella como “comisiones especiales” a Neuquén.
Según se consignó en la sentencia de 2021, el Ejército tenía dos Twin Otter que estaban operativos para los traslados clandestinos:, uno estaba destinado a Campo de Mayo (AE-258) y, el otro (AE-106), era piloteado por Capella.
Este último y su tripulación hicieron al menos tres vuelos con grupos de torturados desde Neuquén al centro clandestino “La Escuelita” de Bahía Blanca.
Hubo otro vuelo desde Neuquén en el que se trasladó -en condiciones de tortura- a una sola secuestrada, una hipótesis que los jueces Simón Bracco, Alejandro Cabral y Alejandro Silva, consideraron como válida en los fundamentos de la sentencia.
“Capella no podía desconocer que estaba trasladando a víctimas secuestradas y en las condiciones visibles en que estaban siendo trasladadas, atadas, con los ojos vendados. Vio las condiciones en que eran trasladadas y cumplió con parte de su rol”, escribieron los jueces en la sentencia condenatoria.
Otro piloto militar que declaró como experto fue reportado por la fiscalía en la causa Campo de Mayo por su presunta vinculación con los llamados “vuelos de la muerte”.
(Río Negro)