Temperaturas por encima de los 40 grados. Calor extremo, y mínimas altas. Consumo eléctrico rompe el récord y como consecuencia cortes de energía. Menos lluvias de lo habitual. Esa sería la descripción de lo que se espera para el verano en la provincia de Buenos Aires y gran parte del país.
Luego que el verano de este año registrara “olas de calor extremas y sin precedentes” en gran parte del territorio bonaerense, con “temperaturas más altas a lo normal”, desde el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) estimo que en enero y febrero de 2023 el panorama también será complejo. Es decir, con una temperatura media más cálida que lo habitual, no sólo para Buenos Aires sino también para otras regiones como el sur del Litoral, centro-sur de Santa Fe, Córdoba, La Pampa y el norte y centro de Patagonia.
Según el Pronóstico Climático Trimestral del SMN para diciembre, enero y febrero, casi la totalidad de los 135 distritos bonaerenses atravesarán temperaturas superiores a las normales. De esta manera, se espera unos meses complicados por el calor y sus consecuencias, como es la falta de agua o los cortes de luz a raíz de los consumos récord de energía.
De hecho, en el verano pasado la ola de calor afectó durante dos semanas a 24 localidades que batieron récords históricos de temperaturas extremas. Ejemplo de eso fueron los 42,4°C que se registraron el 14 de enero en Mar del Plata, una marca inédita, o La Plata que superó los 40 grados, el máximo registro térmico de la última década.
También para el trimestre se esperan menos lluvias que lo habitual. Dadas las condiciones actuales de sequía sobre una amplia región bonaerense y ante la persistencia del fenómeno de “La Niña” sumado a un pronóstico desfavorable en cuanto a precipitaciones, la mitad del territorio recibirá “menos agua” que lo habitual. De hecho, la región norte y noreste pareciera la más complicada hasta fines de febrero. Mientras que para los distritos del centro hacia la frontera con La Pampa se esperan lluvias habituales para la época.