Siete alumnas de una escuela de Punta Alta debieron ser internadas en Monte Hermoso en la última noche de su viaje de egresados por intoxicación.
“Los chicos salieron de acá el domingo, a las 9 de la mañana. A mí me llama mi hija a las 4 de la mañana de anoche diciéndome que estaban encerradas en la habitación del hotel porque afuera era un despelote. Me contó que había chicas tiradas en la calle vomitando, otras inconscientes en el baño y en la calle. Estaban esperando que lleguen las ambulancias y los doctores para llevarlas al hospital. Aparentemente, hubo chicas que estuvieron haciendo la previa en el hotel, y vinieron otros y le pusieron alguna cosa en los vasos. Cuando fueron al boliche, las chicas se empezaron a desmayar”, relató Damián, padre de una las chicas que viajaron a la ciudad balnearia.
“Cuando llegué al hotel, mi hija estaba durmiendo. Se sumaron más padres, los que podían fueron a Monte. Empezamos a sacar a los chicos y preguntar a la gente responsable de la empresa qué fue lo que pasó”, comentó.
Los padres tenían entendido que, por contrato, no era necesaria la presencia de un padre responsable que acompañe al curso en el viaje: “Cuando llegamos allá, nos dicen que tenía que haber venido un padre con ellos. Los coordinadores no alcanzaron, el control no estuvo y los hoteles nos parecieron un desastre”.
El responsable de la menor indicó que no hubo un referente a nivel local para el armado del viaje, sino que los jóvenes ingresaron a la página estatal correspondiente, completaron sus datos, y luego se les asignó la empresa responsable del traslado y la estadía: “Realmente es muy angustiante que tu hija te llame de Monte Hermoso a las 4 de la mañana diciéndote que hay gente desmayándose, sin poder moverse”.
“Éramos todos los sextos de una misma escuela en el hotel. No sé quiénes son, pero hay 7 chicas internadas en el hospital de Monte. No van al mismo curso que yo, pero son de Punta Alta. Estábamos en la previa, en la entrada del hotel y veía que las chicas estaban mal, algo les pusieron en la bebida. Parecían estar como borrachas, pero me di cuenta que no era solo eso, no podían mantenerse paradas. Primero pensamos que estaban alcoholizadas, hasta que vimos que se sentían realmente mal. Los coordinadores nos dijeron que vayamos al boliche igual, entonces fuimos”, dijo la hija de Damián.
Luego de 20 minutos en el local bailable, ella y sus compañeras quisieron regresar al hotel, a lo que los guardias del boliche se negaron, argumentando que requerían la presencia de los coordinadores: “A algunas chicas, de ver tan mal a las otras, les dio miedo. Hubo pánico en el boliche”.
Sobre el accionar de los coordinadores, aclaró: “No sabíamos dónde estaban metidos. Hace una hora que les habíamos dicho que llamen a una ambulancia. Ni reaccionaron, ni nos contestaban los mensajes de WhatsApp. Nadie se hizo cargo, solo los chicos estábamos preocupados. Éramos nosotros y gente de otras ciudades, que tampoco entendían nada”.
Según su testimonio, la mayoría de las chicas que debieron ser internadas son de Punta Alta, aunque también se vieron involucradas jóvenes de otra ciudad.
En diálogo con Radio Rosales, la mamá de otra de las alumnas, se pronunció al respecto de la situación, indicando que “fue tristísimo lo que pasó. Nadie se hace cargo, ni llamaron a ninguno de los padres. Los chicos venían bien, la fiesta venía bien, pero nadie se responsabilizó. Fueron tres colectivos que salieron con chicos de sexto año de distintas escuelas. En ningún momento le hicieron análisis de sangre a las chicas, ningún coordinador llamó. La angustia que tenemos los que no pudimos viajar a buscar a nuestros hijos es terrible”.
Fuente: El Rosalenio.