Corría la primera semana de cuarentena estricta, en marzo de 2020. Encerrado en su casa, Alan Gontmaher, dueño de Kovi, una fábrica de toallas que debía permanecer cerrada por el aislamiento, se puso a leer sobre nanotecnología: tenía bastante avanzada la idea de desarrollar un producto que no dejara olor y que eliminara las bacterias y se le ocurrió que podría aplicar sus conocimientos para diseñar el “mejor barbijo del mundo”. Meses después, en conjunto con investigadoras de la Universidad Nacional de San Martín y el Conicet lanzaron a las calles la mascarilla Atom Protect, un sello del Covid en la Argentina, que rápidamente se adueñó de las calles, transporte público, oficinas, escuelas y cualquier evento masivo.
Dos años más tarde, con más de 10 millones de barbijos fabricados y la novedad de que días atrás el Gobierno dispuso que ya no es más obligatorio utilizar barbijo en ningún lugar cerrado, el dueño Kovi, adelanta dos nuevos productos: por un lado, colitas para el pelo que eliminarán los piojos y evitarán el contagio, “ideales para los más chicos”; y ropa “anti-mosquitos”, un plan en el que trabaja el empresario junto a su equipo de investigadores hace más de dos años.
Dentro de un mes, Atom Protect lanzará una línea de colitas para el pelo “que repelen piojos”. “Es un problema para los chicos en general que van al colegio, y con estas colitas se ahuyentan, se impide el contagio, y si ya saltaron a la cabeza, repele para que no haya un contagio masivo”, se entusiasma el empresario, que aclara que a pesar de la fuerte inversión no será un producto costoso.
En paralelo, dentro de pocas semanas terminarán de desarrollar la ropa “repelente de mosquitos”. “Nos ayudará a combatir el dengue, pero también evitará la molestia de los mosquitos. En el presente, la empresa ya tiene un repelente en aerosol de acción prolongada, capaz de evitar que se acerquen insectos. “También estamos en el desarrollo de Atom Pet, para perros, para ahuyentar pulgas”, agrega el empresario.
(Página12)