En un intento desesperado de sitiar a Cristina Fernández de Kirchner, Horacio Rodríguez Larreta mandó a poner vallas frente al domicilio de la vicepresidenta en Juncal y Uruguay y dispuso un operativo de seguridad con guardia de infantería incluida para disuadir a la militancia de acercarse. Pero el tiro le salió por la culata y las miles de personas que iban a concentrarse en Parque Lezama a partir de las 15 hs y en otras plazas se dirigieron a Recoleta para expresar su apoyo a CFK.
“No hay valla que pare el amor y la lealtad del pueblo con su líder. Sabemos que le pasó a Perón, le pasó a Eva y ahora le pasa a Cristina”, denunció el diputado del Frente de Todos, Hugo Yasky, en diálogo con el canal IP Noticias desde el barrio donde vive la vicepresidenta.
El jefe de Gobierno porteño dispuso efectivos que filmaron a los manifestantes que se acercaron a la zona. La Policía de la Ciudad, además, ejerció su actitud intimidatoria con el ministro de Desarrollo de la Comunidad de la provincia de Buenos Aires, Andrés “el Cuervo” Larroque. Según reportaron distintos cronistas, un agente de la fuerza de seguridad comunicó a través de su handy la presencia del dirigente aclarando que “no tiene fueros ni inmunidad diplomática”.
“Lo que hace la justicia macrista, el partido judicial, es usar un instrumento tan importante para la vida de un país como es el Poder Judicial, que tendría que garantizar los derechos de todos nuestros compatriotas, para hacer política y tratar de proscribir a quien concita el mayor nivel de adhesión en Argentina”, aseguró Larroque.
El ministro provincial remarcó que el presidente del Tribunal que juzga a la vicepresidenta, Rodrigo Giménez Uriburu y el fiscal Diego Luciani, juegan al fútbol en el Liverpool de Los Abrojos en la quinta del expresidente son macristas porque “tienen infinidad de vínculos personales y políticos, tienen intereses conjuntos y funcionan sincronizadamente con sectores del poder mediático y del poder económico”.
(Página12)